Saltear al contenido principal
Almatý

Kazajistán. Primeras impresiones al oeste de Almatý

Kazajistán es el gigante de Asia Central, el noveno país más grande del mundo y, a pesar de esto, es un gran desconocido para muchos que no sabrán ni localizarlo en un mapa. No te ofendas, hace unos años yo tampoco sabía donde estaba ni que había en él aparte de montañas. Kasia como polaca es una gran aficionada al himalayismo. En los años 80 unos cuantos polacos, hoy leyendas vivas (o muertas), fueron los pioneros de las escaladas de invierno a estos gigantes asiáticos. Uno de “nuestros” escaladores preferidos era Anatoli Bukréyev, un kazajo que estuvo durante el desastre del Everest en 1996 donde murieron ocho escaladores entre ellos los conocidos Rob Hall y Scott Fischer. Siempre llevamos con nosotros la película  basada en la tragedia del Everest y aunque nos la sabemos de memoria, seguimos quedándonos con la boca abierta al ver los paisajes que no pudimos ver cuando estuvimos en Nepal.

En fin volviendo al país que nos ocupa. Muchos de los turistas que vienen a Kazajistán, lo hacen solo de pasada (normalmente los vuelos más baratos desde Europa son a Astaná o Almatý) y luego se van a las montañas de Kirguistán o a recorrer la carretera del Pamir. Kazajistán es el más desarrollado de los “stáns” gracias a que posee gas y petróleo en abundancia y Almatý, aunque no es su capital, es la ciudad más europea de Asia Central con cafeterías modernas, bares, restaurantes especializados en comida internacional, pubs, centros comerciales… Aún así Kazajistán tiene infinidad de atractivos: montañas, estepas, cañones, lagos y algunas ciudades históricas que aún conservan algo del esplendor de la Ruta de la Seda.

Almatý, la capital del sur

Sinceramente Almatý no es la ciudad más bonita e interesante del mundo pero es una buena base para recorrer la zona tanto al este como al oeste. Típica ciudad de la antigua Unión Soviética: avenidas largas, anchas y arboladas, muchos parques y edificios grises. Los bloques de viviendas tenían que ser funcionales no bonitos. Ya vimos este tipo de construcciones en Georgia y Armenia e, incluso, en mi Varsovia de adopción pueden verse. Sin ir más lejos, nuestro apartamento en Varsovia data de la época comunista, solo que la mayoría de esos bloques de viviendas en Polonia han sido reformados, aislados correctamente y, las fachadas, pintadas. 

Los mayores atractivos de Almatý son sus parques, plazas y monumentos de la época soviética, la Catedral Zenkov y el semiturístico Green Bazaar donde si te pierdes un poco puedes encontrar el verdadero mercado destinado a los locales donde los vendedores, al verte como turista, no te acosarán para que les compres a ellos.

Almatý

Almatý

Después de ver la ciudad a pie de calle, subimos con un funicular a Kök Töbe (Green Hill) para ver la ciudad y las montañas que la rodean desde arriba. La “colina verde” es más un parque de atracciones preparado para los locales (procura evitar los fines de semana) pero las vistas de las montañas con sus altos picos nevados merecen el precio del funicular. Otro aditivo son las estatuas de los Beatles. Oficialmente es el único lugar en el mundo donde están representados los cuatro Beatles juntos aunque, por sus caras, parecen ser alienígenas disfrazados. ¿Tú qué opinas?

Almatý

A 30 minutos en autobús desde el centro de Almatý se pueden empezar varios trekkings, desde recorridos de un solo día hasta excursiones de varios días encadenando un trekking detrás de otro. 

Nosotros intentamos subir a Kok Zhailau. Digo intentamos porque eran los primeros días de abril y el camino resultó ser un barrizal. Entre el deshielo y las lluvias de los últimos días, en unos pocos minutos teníamos más de dos dedos de barro adheridos a las suelas de nuestro calzado. Pensando lo que nos esperaría a la hora de bajar, nos dimos la vuelta y regresamos a la ciudad.  

Almatý

Almatý

Lo cierto es que durante los 25 días que estuvimos en Kazajistán, más de la mitad estuvo lloviendo.

Shymkent y Turkestán, la Ruta de la Seda en Kazajistán

Después de una noche en un tren de la época soviética mucho más cómodo de lo que pensábamos llegamos a Shymkent, una de las ciudades más antiguas de Kazajistán aunque poco o nada queda hoy del caravanserai que fue desde el siglo XII. En mi opinión Shymkent no vale mucho la pena, solo nos sirvió de base para una escapada de unas horas a la cercana ciudad de Sayram (hoy día convertida en otro barrio de Shymkent) con sus más de 3000 años de antigüedad y sede de varios mausoleos, un minarete del siglo X y la mezquita más antigua del país. El foco principal de la ciudad-barrio es el bazar donde se puede apreciar, por los rasgos, que la población es principalmente uzbeka.

La atracción principal de Shymkent es la ciudad vecina de Turkestán a dos horas en marshrutka por 1000 KZT (2,35 euros) y, concretamente, el Mausoleo de Khoja Ahmad Yasavi. Además de ser la edificación más impresionante del país, es el destino más importante de peregrinación. Con sus altas cúpulas azul turquesa me recuerda a las mezquitas de Irán y según dicen a las edificaciones de Uzbekistán. La entrada al mausoleo es de 500 KZT (1,20 euros). Es muy fácil hacer una excursión de un día desde Shymkent.

El rincón práctico

El alojamiento en Turkestán es escaso y caro. Es un lugar de peregrinación y turismo y, además, hace poco ha sido nombrada capital de la región lo que hace que estén arreglando las calles y construyéndose más alojamientos aunque probablemente serán caros. Lo mejor para visitar Turkestán es hospedarse en Shymkent y hacer una excursión de un día por tu cuenta o contratando un tour.

Para moverte por las ciudades en Kazajistán es aconsejable comprar una tarjeta de transporte Onai. Cuesta 420 KZT (1 euro) y, una vez cargada, cada viaje en autobús cuesta 80 KZT al pagar con ella; si lo pagas en efectivo al conductor cuesta 150 KZT. Eso quiere decir que con unos cuantos viajes la habrás amortizado. Además es reembolsable. Cuando vayas a salir del país, sea en tren o en avión, tienes puntos de venta donde te devolverán, como mínimo, el importe de la tarjeta. Aún no lo hemos hecho y no sabemos si te devuelven el dinero que hayas cargado y no hayas gastado.

En Kazajistán y Kirguistán olvídate de Google Maps y de Maps.me; aquí se usa la aplicación 2gis. Funciona igual que Maps.me, descargas la aplicación y los mapas que te interesen y funciona offline. Lo bueno es que en las opciones de transporte aparecen las rutas de las marshrutkas, lo malo es que solo hay mapas de las ciudades.

Para cualquier cosa que necesites debes conocer caravanistan. Es la página sagrada para Asia Central. Toda la información actualizada y un foro muy activo donde resolver cualquier duda sobre esta zona del mundo.

Zhabagly y la Reserva Natural de Aksu

La Reserva Natural de Aksu es la más antigua de toda Asia Central y Zhabagly, el pueblo donde se encuentra la entrada, es encantandor. Esto y cosas parecidas oíamos por boca de todos… todo mentira. Quizás, sí es la reserva natural más antigua pero lo de ser encantador no sé de dónde lo sacan.

Zhabagly es un pequeño pueblo al que se le ha subido el turismo a la cabeza. Los precios de los alojamientos son altísimos teniendo en cuenta lo que ofrecen. Nosotros medio negociamos medio convencimos al dueño de uno de ellos para que nos dejara acampar en su terreno y usar el baño (sin ducha). Además, lo que menos nos gustó y aún tenemos remordimientos de conciencia por haber estado allí son los perros. Tienen varios perros famélicos atados con cadenas de metro y medio de largo con la excusa de que están castigados aunque es imposible que un perro esté en tan mal estado y aterrorizado de los humanos en un día de castigo. Y aún tienen la desfachatez de catalogarse como “eco-lodge”.

Zhabagly tiene poco de encantador, la gente con la que nos cruzamos ni siquiera nos devolvía el saludo con excepción de algunos niños que nos gritaban hello desde lejos. Este pueblo aparece en el mapa por ser la entrada a la Reserva Natural de Aksu. Lo peor de este parque es que para visitarlo tienes que ir acompañado en todo momento de un “guardabosques” que, en el caso de que hable inglés, ni se va a molestar en explicar nada; solo va contigo para vigilarte y porque es una buena excusa para sacarle aún más dinero a los turistas.

Evidentemente no contratamos la visita a la Reserva Natural y nos conformamos con pasear desde nuestro “eco-lodge” hasta la entrada mientras veíamos las montañas a lo lejos, miles de ovejas y caballos (los primeros que veíamos) pastando en libertad. No recomiendo en absoluto ni el pueblo de Zhabagly ni la Reserva Natural de Aksu.

Con un mal sabor de boca por nuestro paso por aquí, decidimos hacer auto-stop de vuelta a Almatý. Pagamos un taxi que nos llevó hasta la carretera principal y en menos de diez minutos paramos un coche que nos llevó los 600 kilómetros hasta nuestro destino. ¿Tuvimos suerte o aún queda buena gente en Kazajistán? 

¡Estemos en contacto!

  • Síguenos a través de Facebook.
  • Echa un vistazo a nuestro Instagram. A través de las historias podrás ver donde estamos y que hacemos.

Si te gusta lo que hacemos o te ha gustado este post, díselo al mundo: presiona alguno de los botones de abajo y comparte (estaremos muy agradecidos). Apóyanos con algún comentario o un «Me gusta». Significa mucho para nosotros. Muchas gracias. 

The following two tabs change content below.

Víctor

Atípico español, que no aguanta los toros, el fútbol, el flamenco y el calor. Le encanta el invierno y la cerveza fría. Profesor de español de vocación. Un cabezota que siempre tiene su opinión. Manitas comparable a MacGyver, con cinta, cuerda y un cuchillo arregla casi todo y con pegamento, todo. Cuando coge un libro, el mundo no existe. Bueno, lo mismo pasa si se pone a acariciar a perros y gatos. Se levanta y se despierta al mismo tiempo. Vamos, un tipo majo 😀

Esta entrada tiene 0 comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Volver arriba
Translate »