Saltear al contenido principal
la viajera

Ella, la viajera

Ella, la viajera tiene el pelo desordenado y teñido por el sol. Ya no tiene la piel tan blanca sino diferentes marcas que indican la ropa que llevaba cuando se expuso al sol. La adornan cicatrices de caídas en moto, en bici, de golpes subiendo a los camiones que nos llevan. Picaduras de mosquitos que, a base de rascar, se convirtieron en heridas. Todas y cada una de esas marcas tienen una historia que contar, un lugar que recordar, una situación por la que reír ahora.

Cuando preparábamos este viaje teníamos las bicicletas atadas a la barandilla en la escalera de nuestro piso. Un día un vecino me dijo que tenía mala suerte por tener una mujer que me haga salir de viaje por el mundo en lugar de quedarnos en casa, trabajar, formar una familia, ir dos semanas de vacaciones a la playa y otras cosas por el estilo. Asombrado le contesté que yo tenía la suerte de tener una mujer a la que le gusta viajar, que nos conocimos viajando hace años y que me alegro mucho de tener una mujer así. Viajera, aventurera, que le da lo mismo lo que la gente piense de ella. Dispuesta a hacer lo que quiera sin seguir el rol que la sociedad le impone.

Ella no quiere ir a cenar fuera. No quiere ropa cara, ni perfumes o joyas. Ella sabe que con ese dinero, con lo que cuesta cenar en un restaurante o tomarse unas copas; podrá probar más de un plato típico en los países a los que viaje con el dinero que tiene por no haberse comprado ropa cara o ese bolso que tanto le gustó.

Ella no se impresiona por una casa, un coche o un trabajo. Ella quiere una cámara mejor, una nueva lente o cualquier cosa que necesite para sus viajes y, aún así, dudará antes de gastar ese dinero, por ejemplo, en una mochila nueva si la que tiene aún puede aguantar sus aventuras.

Ella te propone ir al cine pero se compra los libros de viaje que quiere sin importarle lo que opines. Ella no te propone un viaje, te informa del próximo viaje a cualquier lugar porque ha encontrado billetes de oferta y los ha comprado.

Ella no aspira a un trabajo estable. No, ya no. No quiere trabajar para darle dinero a otros; ni para conseguir unos objetivos que no son los suyos. Ella quiere hacer algo que le guste, que le complazca y que le haga sentirse orgullosa de los resultados. Llevar la página web, hacer fotografías, tener ideas y llevarlas a cabo, inspirar a otras personas.

Ella no tiene planes a largo plazo. Se adapta a lo que surge. Cuidar animales, trabajar en un guest house, cambia de lugar según las oportunidades. No tiene reloj ni calendario (excepto para los odiados visados). Ella va en busca de la felicidad que le proporciona cada momento y la encuentra.

Ella no necesita impresionar a nadie. Sólo respeta todo y a todos. No juzga. Intenta comprender y aprender. Sabe que su mundo no es el único y, mucho menos, el mejor. Su curiosidad sobre el mundo y sus habitantes no tiene límites; por eso pregunta sobre cualquier tema cuando tiene ocasión.

Ella sabe que es independiente. Me pide ayuda porque estoy allí, pero no la necesita. Ella sabe preparar su mochila, sabe lo que necesita para cada aventura, sabe moverse en cualquier lugar, sabe donde comer, donde dormir y montar la tienda de campaña. Ella conocerá a miles de personas extrañas con las que hablará. Personas interesantes de las que conseguirá la información que no aparece en las guías.

Ella es así y por eso la quiero. Porque me gusta viajar, porque sería insoportable estar con una mujer con la que no pudiera compartir todas estas pasiones, que no quisiera lo mismo que yo.

Yo he tenido mucha suerte de encontrar una persona así y que ella acepte tenerme a su lado, compartiendo todas sus aventuras. ¿Y tú? 

¡Estemos en contacto!

  • Síguenos a través de Facebook.
  • Echa un vistazo a nuestro Instagram. A través de las historias podrás ver donde estamos y que hacemos.
  • Suscríbete a nuestro Newsletter y una vez al mes recibirás las novedades de nuestro blog.

Si te gusta lo que hacemos o te ha gustado este post, díselo al mundo: presiona alguno de los botones de abajo y comparte (estaremos muy agradecidos). Apóyanos con algún comentario o un «Me gusta». Significa mucho para nosotros. Muchas gracias. 

The following two tabs change content below.

Víctor

Atípico español, que no aguanta los toros, el fútbol, el flamenco y el calor. Le encanta el invierno y la cerveza fría. Profesor de español de vocación. Un cabezota que siempre tiene su opinión. Manitas comparable a MacGyver, con cinta, cuerda y un cuchillo arregla casi todo y con pegamento, todo. Cuando coge un libro, el mundo no existe. Bueno, lo mismo pasa si se pone a acariciar a perros y gatos. Se levanta y se despierta al mismo tiempo. Vamos, un tipo majo 😀

Esta entrada tiene 2 comentarios

  1. Me encanta como sacáis todo el jugo al placer de viajar. Con menos ánimos que vosotros (soy
    pensionista) voy esta semana unos días a Cracovia, si tenéis algún consejo sobre todo que comer, estaría agradecido. Os deseo mucha felicidad.

    1. Hola Juan! Gracias por tu comentario. Nos encanta Cracovia. Te podemos aconsejar el barrio de Kazimierz. Hay muchos sitios buenos para comer. Si te apetece un buen bistec, te recomendamos Rzeźnia (Matadero) – sirven carne excelente. Pásalo bien en Cracovia! Saludos, K.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Volver arriba
Translate »