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Chernivtsi

Me ha gustado tanto el post de Kasia sobre Chernivtsi que he decidido traducirlo y así practicar mi polaco para no olvidarlo a lo largo del viaje que tenemos por delante.

«No es una de esas ciudades que te deja sin palabras. Muchos dicen que no hay nada interesante. Edificios de ladrillo, calles peatonales y plazas, como en muchas otras ciudades. Sin embargo la capital de Bucovina nos cautivó. La mezcla cultural y la sombra de épocas pasadas nos han hecho quedarnos para recorrer sus calles una y otra vez y observar la vida de sus habitantes delante de una taza de excelente café.

En la guía de viajes de editorial Bezdroża de Ucrania del oeste leí que mi querido poeta Zbigniew Herbert llamó a Chernivtsi «la Alejandría europea». Quizás por eso quería tanto echar un vistazo y no me decepcionó. Chernivtsi en ucraniano o Cernauti en rumano es la capital de Bucovina, tierra fronteriza entre las civilizaciones occidentales y el imperio bizantino. A lo largo de los siglos por sus tierras han pasado los tártaros, los polacos, los turcos, los moldavos y los rumanos. Hoy en día lo más destacado son las huellas austro-húngaras. La mayoría de los edificios del centro de la ciudad son «kamienice» como las casas que puedes ver en Viena. Algunos destruidos, otros restaurados pero todos recuerdan a la época de Francisco José I de Austria y Sissí. Las calles adoquinadas no molestan para pasear aunque no facilitan la vida a los ciclistas, por eso dejamos las bicis y nos lanzamos a pasear.

El centro y las principales atracciones se agrupan alrededor de la Plaza Central, donde se encuentra el edificio azul del ayuntamiento. Desde ahí sale la calle peatonal Olga Kobylańska. Aquí una pequeña disgresión: Olga Kobylańska es una figura importante de la ciudad, fue escritora y activista social implicada en muchos asuntos como los derechos de la mujer.

Volviendo al tema que nos ocupa, Hay muchas cafeterías y restaurantes pero cuidado, algunos tienen precios casi como en Europa del oeste. Puedes encontrar algunos con precios ucranianos, por ejemplo, una fantástica chocolatería en la que también sirven café y diferentes tipos de té. Recomendamos una pizzeria enfrente de la tienda de alimentos Kolos, comida igual de buena que su personal. En la mayoría de los restaurantes no sirven alcohol aunque en la pizzeria puedes llevar tu propio vino o cerveza comprados en la tienda de enfrente que tiene una gran selección de cervezas ucranianas por ¡10 o 12 grivnas!

En la calle puedes ver mucha afición a la música, casi todo el día hay alguien tocando en vivo. Por una parte hay un trío de jóvenes con instrumentos de cuerda y 150 metros más abajo dos hombres tocando blues con una guitarra y una increíble armónica. Hasta que a la altura de una gran iglesia rosa te encuentras con un grupo tocando música folclórica. Para gustos, colores. Y si alguien tiene ganas de un café, adelante. Sin problema puedes comprarlo directamente de un coche o de una bicicleta, sentarte en un banco y escuchar música. Ni siquiera tienes que buscar una cafetería… así son en Chernivtsi.

Desde la Plaza Central puedes ir hacia el otro lado y tomar la calle Uniwersytecka. Donde la calle dobla un poco (en la esquina hay un bistro francés) hay que fijarse en una gigantesca vid que ocupa más de la mitad del edificio. Antes puedes ver fruta fresca, verdura y quesos que venden directamente los habitantes de los pueblos cercanos. Pero seguimos adelante y al momento nos encontramos con un edificio enorme. Aunque es grande e imponente, hay que seguir porque en unos cientos de metros aparece el gran complejo de la Universidad que, antaño, era el Palacio Metropolitano de Bucovina. Desgraciadamente no podemos entrar porque solo se puede pagando a un guía que tienes que reservar de antemano por Internet.

Volviendo a la Plaza Central merece la pena girar en dirección hacia el Teatro Judío y el Palacio Nacional Rumano. Allí hay un monumento de Olga Kobylańska. Mira hacia arriba cuando pasees por Chernivtsi, las fachadas de los edificios son pequeñas obras de arte. En paralelo a la calle principal (que no es muy interesante) está la calle Iwana Franki. No hay tantos coches como en la principal y además hay edificios muy bonitos como por ejemplo unos edificios «gemelos» de 1908.

Chernivtsi es una ciudad universitaria llena de bares, pequeñas plazas y tiendas con los últimos modelos de teléfonos móviles. Paseando por el centro tienes la impresión de que aquí solo vive gente joven. La gente mayor está «encerrada» en algunas callecitas laterales. Es un sentimiento muy extraño. Provoca nostalgia por los viejos tiempos (no el soviético pero si del Imperio Austro-Húngaro) El tiempo de esplendor de la arquitectura, la ciencia y la cultura se ha ido. Aunque, como nos dijo la mujer que limpia en nuestro hotel: «En Chernivtsi todos vivimos juntos y en paz -rusos, judíos, ucranianos, rumanos. Quizás algún día la ciudad vuelva a estar tan bien y hermosa como antes.» A nosotros nos ha encantado. Algún día volveremos aquí.

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Kasia & Víctor

Una polaca y un español. Llevan viajando juntos desde 2008. Fue entonces cuando se conocieron en Perú y pronto descubrierion que viajar es algo más que un pasatiempo. Locos por animales, buenos libros y estar en movimiento.

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