Últimos días de Kerala en Alleppey y Varkala

Teníamos tres semanas para visitar el estado de Kerala antes de nuestro vuelo a Hong Kong. Después de pasar diez días en Kollam (Fort Kochi), Kothamangalam y Munnar, llegó el momento de moverse. De entre todos los lugares que hay para visitar nos decidimos por algo bastante turístico ya que al estar en temporada baja (época de monzón) apenas se veían turistas ni extranjeros ni nacionales. Nos fuimos a Alleppey también conocido como Alappuzha.

Backwaters en Allepey

Alleppey es conocida como una de las “Venecias del este” ya que está surcada por numerosos canales y backwaters que conectan diferentes lagunas con el mar y creando centenares de pequeñas ramificaciones acuáticas. La mayor atracción es contratar un “houseboat” y pasar unos días recorriendo los canales. Para nosotros, además de tener unos precios prohibitivos, no nos interesaba pasarnos unos días en un barco navegando por donde van los numerosos ferrys sino contratar una pequeña embarcación para recorrer alguna de las pequeñas ramificaciones y ver la forma de vivir de las gentes que habitan esos lugares accesibles sólo por medio acuático. En el hostal que nos alojábamos nos ofrecieron una excursión parecida a lo que queríamos y decidimos contratarla para el día siguiente junto con cinco o seis turistas extranjeros.

Al día siguiente nos llevaron en ferry durante una hora hasta la casa donde vive el que sería nuestro “chófer” en la canoa. Nos ofrecieron el desayuno y nos fuimos en dos canoas a remo durante tres horas. No fue todo lo que nos habíamos esperado ya que pasamos más tiempo llegando y saliendo de los pequeños canales que dentro de ellos pero no estuvo mal del todo aunque la lluvia intermitente durante todo el día tampoco ayudó mucho a nuestro disfrute.

Poco más hay para ver en la ciudad, por eso y por las incesantes lluvias nos fuimos en busca de playas y cliffs a la ciudad de Varkala a escasos kilómetros de la impronunciable Thiruvananthapuram (Trivandrum para los extranjeros) desde donde volaríamos a Hong Kong.

Sin estrés en Varkala

En Varkala Beach encontramos un hostal con cabañas casi a mitad de precio a unos treinta metros del cliff y, sin pensarlo dos veces, nos quedamos.

Paseamos por los cliffs delante de los pocos restaurantes y tiendas que quedaban abiertos ya que la mayoría estaban de reformas o cerrados. Las playas aún teniendo en cuenta que era época de monzón son bonitas y están bastante limpias según el estándar hindú. Nos encontrábamos tan a gusto allí que decidimos quedarnos todo el tiempo que nos quedaba hasta el día de nuestro vuelo a Hong Kong.

Aparte de pasear y ver un par de templos no hicimos mucho más; íbamos a la ciudad en el autobús local por siete rupias por persona, hacíamos la compra en el supermercado, comprábamos fruta y verduras en alguna de las pequeñas tiendas y cocinábamos en la terraza de nuestra cabaña. Encontramos un restaurante en el que servían buen café pero lo más importante es que habían cuatro perras bien alimentadas por el dueño que, en cuanto nos veían, venían a tumbarse a nuestros pies para recibir su dosis de caricias. No faltamos ni un solo día a la cita del café con perras hasta que llegó el día de nuestra marcha.

Más fotos de Alleppey aquí y de Varkala aquí.

Pequeña conclusión sobre Kerala

Definitivamente quedamos encantados con el estado de Kerala. Con su comida a base de frutas exóticas, pescados y mariscos y con la variedad de sus paisajes donde puedes encontrar playas, canales, selvas y montañas con plantaciones de té; y sobre todo por sus amables habitantes. Lo recomendamos, por lo menos, en temporada de monzones ya que nos dijeron que en temporada alta apenas se puede encontrar habitaciones si no has reservado con anterioridad, pasear por las calles o las playas puede resultar algo pesado y es imposible caminar por el estrecho camino del cliff en Varkala.

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Víctor

Atípico español, que no aguanta los toros, el fútbol, el flamenco y el calor. Le encanta el invierno y la cerveza fría. Profesor de español de vocación. Un cabezota que siempre tiene su opinión. Manitas comparable a MacGyver, con cinta, cuerda y un cuchillo arregla casi todo y con pegamento, todo. Cuando coge un libro, el mundo no existe. Bueno, lo mismo pasa si se pone a acariciar a perros y gatos. Se levanta y se despierta al mismo tiempo. Vamos, un tipo majo 😀

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