Taipéi: taoísmo para tontos en el Templo Ciyou
Llueve a cántaros como cada día de los últimos diez días que pasamos en Taipéi pero eso no nos impide seguir con los planes que teníamos: visitar el distrito de Songshan y el templo Ciyou. Quien sabe con lo que cambia el tiempo en Taiwán, quizás dentro de un rato el sol brille en el cielo.
Nos subimos al autobús número 204 y en media hora nos bajamos delante de la estación de metro de Songshan (los autobuses son más baratos que el metro). El distrito de Songshan no suele atraer a turistas a pesar de tener varios atractivos. El Rao-He Night Market (饒河夜市) que es uno de los más grandes de la ciudad, el Rainbow Bridge (彩虹橋) sobre el rio Keelung y el Templo de Ciyou (慈祐宮), la razón principal de nuestra excursión.
No te voy a engañar. No tenía grandes expectativas con respecto al templo. A estas alturas puedo decir sin exagerar que hemos visto más de cien templos. No somos ni budistas ni taoístas ni, mucho menos, expertos en la cultura china. Normalmente nos concentramos en la parte artística, las decoraciones y en la gente que reza o hace ofrendas. Nunca nos fijamos en la parte espiritual, mística o religiosa ya que para entender lo que vemos necesitaríamos años de estudios. Entramos a los templos con nuestro respeto por delante ya que lo consideramos nuestra religión.
A pesar de toda nuestra ignorancia, el Templo de Ciyou no fue otro templo más, nos sorprendió.
Templo Ciyou: historia o leyenda
Cuenta la leyenda que un monje taoísta “paseaba” con una estatua de la Diosa Matzu por lo que hoy día es el distrito de Songshan. Se encontró con un grupo de fieles de la diosa y se pasaron los siguientes diez años recolectando dinero para construir un templo de culto a Matzu.
Evidentemente el Templo Ciyou está dedicado a Matzu, la Diosa del Mar y la historia dice que se construyó entre 1753 y 1757 a orillas del rio Keelung. Desafortunadamente un incendio lo destruyó por completo en 1983 y tardaron dos años en reconstruirlo al estado actual.
El templo fue una parte fundamental para el desarrollo religioso y económico de Songshan. Sin él, quizás hoy en día no existiría el distrito o sería muy diferente.
Visitando el Templo Ciyou
Lo primero que sorprende irremediablemente es el enorme tamaño, tiene seis plantas. Luchamos contra las nubes que tapaban el cielo apurando cada segundo para mirarlo desde fuera y hacer fotos antes de entrar corriendo para resguardarnos del aguacero que se desató en un momento. Ya en el interior nos topamos con decenas de personas ocupadas en diferentes tareas. ¿Esto es el templo? La respuesta es afirmativa cuando ves a algunas personas rezando, depositando ofrendas o prendiendo largas varas de incienso pero tenemos nuestras dudas al ver a otras empaquetando comida o recogiendo ropa con unos extraños sellos estampados de pequeños montones que hay sobre una gran mesa.
No somos más que dos tontos recorriendo un templo taiwanés, por lo menos sabemos que es taoísta. Aunque preferimos los templos taoístas a los budistas, no sabría explicarte el porqué exacto de esta preferencia. Quizás sea por la rica decoración, las decenas de altares diferentes, el humo de incienso que flota en el ambiente hasta hacerlo casi irrespirable, las bandejas de frutas como ofrendas, el sonido de las piezas de madera (bwa bwei) que los fieles lanzan una y otra vez al suelo para recibir consejo a la hora de tomar una decisión importante, las figuras, las pinturas, la gente que nos sonríe, todo lo que nos rodea esta masificado de relieve y color y si nuestra visita coincide con alguna “celebración” con unos monjes cantando su mantra al compás del sonido de cascabeles y cajas de percusión; la experiencia es inolvidable.
Estos templos no son únicamente sagrados, son lugares de reunión y descanso. Aquí el turista nunca molesta a nadie. Puedo pasear por donde quiero, asomarme por cada puerta y entrar en cada sala. Los fieles con los que cruzo la mirada me saludan con un movimiento de cabeza; saludando y dando permiso para que continúe explorando su templo sagrado. A pesar del ambiente sacro, la gente queda aquí para hablar o aprovecha para sentarse a descansar y chatear con el teléfono o incluso se sienta a comer algo antes de proseguir su camino por la ciudad. No existe la formalidad que se exige en las iglesias.
Nos adentramos en el templo levantando nuestra vista hacia decenas de lámparas de papel con formas de animales y decidimos subir a la segunda planta para poder verlas mejor. Un trabajador o voluntario del templo se nos acerca mientras señalamos y fotografiamos las lámparas y empiezan las preguntas de costumbre (nacionalidad, primera vez en el país, cuánto tiempo en la ciudad…) hasta que nos pregunta si sabemos algo sobre el taoísmo y sobre todo lo que nos rodea. Con cara de tonto le digo que hace tiempo leí el Tao Te Ching y tengo una ligera idea de lo que es el Taoísmo pero que desconozco el significado de lo que nos rodea. Demasiadas deidades, demasiados simbolismos y el no ser capaz de leer las inscripciones en chino tradicional (tampoco en chino simplificado) no me ayuda a descifrar ni una ínfima parte de lo que tengo delante de mis ojos. Al oír esto, Vincent (así se llama el que se convertirá en nuestro guía-profesor) con gusto decide explicarnos todo lo que le preguntemos.
Taoísmo para tontos
Vicent se armó de valor y mucha paciencia y comenzó la explicación con el altar que teníamos delante. Resultó ser la Diosa de la Fertilidad donde mujeres vienen a pedir quedar embarazadas o a que todo vaya bien durante el embarazo y los primeros días del bebé. Nos explicó que cada templo tiene un altar dedicado a esta Diosa de la Fertilidad pero en el Templo Ciyou tiene un elemento extra: junto a la Diosa hay una pequeña figura de Tamu, una mortal que vivió en Songshan y durante años ayudó a muchas mujeres a dar a luz. Fue tal su dedicación que después de su muerte fue incluida en el altar compartiendo espacio con la Diosa y otras deidades.
Vicent comienza a explicarnos la importancia de muchos de los altares, que deidades hay en cada piso del templo, a quien hay que rezar y hacerle ofrendas para cada caso y nos aclara la razón de muchos elementos y decoraciones del templo. Nos parece algo brusco sacar el teléfono para grabar todo lo que dice y en pocos minutos se hace imposible recordar todos los nombres de las deidades y donde se encuentran. El panteón taoísta es muy grande y más aún en las seis plantas del Templo Ciyou.
Primer piso:
- La Madre Celestial Matzu 天上聖母
- El General que todo lo ve 千里眼與順風耳
- El General que todo lo oye 順風耳將軍
- Ksitigarbha Buddha 地藏菩薩
- El Dios de la Tierra 福德正神
- Maudgalyāyana 目連
- Ananda 阿難尊者
- Los 5 Generales de Campo 五營神將
- El General Tigre 虎爺
- Las Tablas del Espíritu Kaishan 開山先靈神位
- Las Tablas del Espíritu Gongde 功德先賢祿位
Segundo piso:
- Los 60 Duques de Júpiter 六十值年太歲星君
- La Diosa Doumu 斗姥元君
- Los protectores de Lord Zuo Fu & Lord You Bi 護法神左輔右弼大將
- La Diosa de la Fertilidad 註生娘娘
- Las 12 Diosas de la Enfermería 十二婆姐
Tercer piso:
- Nanhai Guanyin 南海觀音 y los mil soldados de Guanyin 千手觀音
- Sudhanakumâra 善財龍女
- Mañjuśrī 文殊菩薩
- Samantabhadra 普賢菩薩
- Skanda 韋馱菩薩
- Samghārāma 伽藍神
- Los18 Arhats 十八羅漢
- Maitreya Buddha 彌勒佛
Cuarto piso o Templo del Emperador:
- Guan Yu 關聖帝君
- El Príncipe Guanping 關平太子
- El General Zhou Cang 周倉將軍
- Lü Dongbin 孚佑帝君
- El Dios de la Cocina 灶君
- El Maestro Qingshui 清水祖師
- El Emperador Wenchang 文昌帝君
- El Gran Maestro Kui 魁星
- El Rey Narciso 水仙王
- El Doctor Baoyi 保儀大夫
- El Dios Rey Guangze 廣澤尊王
- Los Comandantes de los 5 Batallones 五營神將
Quinto piso o Templo de los Tres Hombres Puros:
- Los Tres Hombres Puros 三清道祖 o Los Tres Maestros (Buddha, Lao Tze y Confucio)
- El Gran Emperador del Polo Sur 南極長生大帝
- El Gran Emperador del Polo Norte 北極紫微大帝)
- El Mariscal Ma 馬靈官
- El Mariscal Zhao 趙元帥
- La Diosa de la Madre Tierra 地母娘娘
- El Señor del Sol 太陽星君
- El Señor de la Luna 太陰星君
- El Emperador Shennong 神農大帝
Sexto piso:
- El Emperador de Jade 玉皇大帝
- El Emperador Sanguan 三官大帝
- El Emperador del Fuego 火官大帝
- El Señor de las Pequeñas Inmersiones 南斗星君
- El Señor de las Grandes Inmersiones 北斗星君
El Taoísmo es la búsqueda de armonía y equilibrio entre las fuerzas del bien y del mal. Es el camino hacia la virtud. Es la solidaridad y la compenetración entre el hombre y la Tierra. El Taoísmo cambia, muta y se adapta a los nuevos tiempos para ser siempre actual. El Templo Ciyou también. En la entrada se puede comprar papel moneda (que luego queman), como en cada templo taoísta, solo que aquí puedes pagarlo con la tarjeta de transporte. Los montones de ropa sobre la mesa con extraños sellos estampados significa que han sido bendecidos por un monje y el dinero que los fieles han pagado por esas bendiciones es destinado a comprar comida que luego empaquetan para dársela a los pobres. Todo el dinero de las donaciones de los miles de fieles que sobra después de pagar el mantenimiento del templo es empleado en crear becas para estudiantes con pocos recursos.
Después de dos horas recorriendo el templo volvimos a cruzarnos con Vincent que nos ofreció una bolsa con naranjas bendecidas por los monjes y siguiendo su recomendación entramos en el Rao-He Night Market. A pesar de la lluvia lo recorrimos despacio y comimos algunos snacks deliciosos. Aunque el Shilin Night Market es el más famoso, grande y concurrido de Taipéi, nos gustó mucho más el mercado de Rao-He: mucho más fácil de recorrer y más pequeño y sin turistas para no acabar completamente agobiado.
Acuérdate del Templo Ciyou y del Rao-He Night Market si algún día tus pasos te traen a Taipéi. No te arrepentirás.
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Víctor
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