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Kapuscinski

Ryszard Kapuscinski. Escritores que inspiran (1)

Escritores que inspiran. Así se va a llamar esta serie de posts que me he propuesto escribir. Escritores que inspiran pero ¿a qué inspiran? A viajar. No y sí. Quizás hayan personas que después de leer a algunos de los autores sobre los que me he propuesto escribir, se lancen a viajar por el mundo o por un país concreto o por una región que despierte su curiosidad y seguro que a otros muchos no se les pasará por la cabeza la idea de viajar a esos lugares.

Entonces repito la pregunta ¿a qué inspiran? Inspiran a conocer. A satisfacer la curiosidad. Conocer otras culturas, otras gastronomías, otras personas, sus vidas, sus costumbres… no necesariamente viajando porque (por mucho que se diga) no todo el mundo puede o quiere viajar. Quizás leer a estos autores te inspire a buscar en otros libros, en Internet, en revistas especializadas más información sobre los lugares y las personas de los que escriben. Quizás estos autores te animen a completar la formación que el sistema educativo no te proporcionó, a dejarte llevar por una curiosidad que siempre has tenido en estado latente hasta hoy.

Yo, por lo menos espero despertar la curiosidad en ti. La curiosidad que te haga leer a estos autores y después tú decidirás cuales serán tus siguientes pasos. Dicho todo esto, allá voy con el primero.

Ryszard Kapuscinski

El mes que viene hará diez años que conocí a Kasia. Diez años desde que entré en contacto con la cultura polaca. El primer día empecé por el vodka y con el pasar de los meses siguientes fui conociendo un poco de su más que intrincado lenguaje, su gastronomía, sus costumbres y tradiciones, su música y sus escritores.

Kasia me habló mucho sobre un reportero polaco, Ryszard Kapuscinski. Uno de los pocos que pudieron salir al mundo en aquellos tiempos en los que Polonia formaba parte del bloque soviético, al este del muro de Berlín. Un reportero que acabó escribiendo libros que Kasia me recomendaba una y otra vez. Estuvieron fuera de mi alcance hasta que llegué a Polonia y Kasia hizo un corto viaje por trabajo a Madrid y me trajo mis primeros libros de Kapuscinski: Viajes con Heródoto y Ébano.

Por aquellos días yo acababa de “instalarme” en Polonia y al leer Viajes con Heródoto me resultaba más fácil entender la situación en la que se encontraba el autor cuando escribía y lo que no entendía no tenía más que preguntarlo a los que se convirtieron en mis suegros.

Kapuscinski
Ryszard Kapuscinski. Fuente de la foto: Gazeta Wyborcza

El Maestro del reportaje

En 1955 un joven Kapuscinski empezó a trabajar en el periódico Sztandar Młodych y poco después le dijo a su redactora jefe: “Quiero cruzar la frontera”. Se refería a la de, por aquel entonces,  Checoslovaquia. Fue su primer trabajo como reportero en el “extranjero”. Al año siguiente fue enviado a La India con el libro Historia de Heródoto, que le regaló su redactora jefe, bajo el brazo. Salía del mundo que conocía, salía del bloque soviético, salía del comunismo, cruzaba al otro lado del muro.

Desde entonces viajó por medio mundo, fue testigo y espectador, a menudo en primera fila, de guerras, conflictos, derrocamientos, caídas de regímenes y fronteras físicas y metafísicas. Todo ello siempre acompañado del libro del griego bajo su brazo; con alguno de los varios ejemplares que tuvo del libro, manoseados, marcados por separadores y mil y una anotaciones.

Siempre en busca de conocer al Otro

Kapuscinski es considerado (y con razón) por muchos periodistas, reporteros, humanistas y viajeros como el Maestro. Incluso antropólogos y sociólogos admiran y envidian su manera y su facilidad de relacionarse con el Otro.

En uno de sus libros explica el origen, el porqué de la hospitalidad. Qué hace que gente que no tiene nada, lo ofrezca todo al desconocido. Lo más básico, lo necesario: agua, comida, un techo bajo el que cobijarse y un suelo donde dormir. Kapuscinski explica que: «Esta costumbre se basa en la creencia griega de que el visitante podía ser un hombre o un dios disfrazado. Esa acogida llevaba pareja una responsabilidad: la seguridad del invitado. Ya nadie conoce de dónde procede esta costumbre ancestral que entiende el encuentro con otra persona como un acontecimiento, como una oportunidad y una fiesta. Nunca como un problema».

Sus libros

Desde aquella primera lectura del Maestro Kapuscinski, me hice adicto a sus obras. Las he leído todas, algunas varias veces. A lo largo de su carrera profesional fue corresponsal en África, Asia y América Latina. Gracias a esto sus libros tratan sobre diferentes partes del mundo. Aunque si te enganchas como yo, acabarás leyendo todos sus libros aquí te dejo algunas de sus obras más destacadas:

  • El Emperador. Sobre el emperador Selassie en Etiopía.
  • La guerra del fútbol. Diferentes conflictos en África y Latinoamérica.
  • El Sha o la desmesura del poder. Sobre el Shah Mohamed Reza de Irán.
  • Ébano. Relatos cortos sobre África, sus guerras civiles y sus luchas por la independencia.
  • Un día más con vida. La descolonización de Angola a mediados de los 70.
  • La jungla polaca. Su primer libro publicado en 1962 retrataba la Polonia profunda de la época.
  • Encuentro con el Otro. Varios artículos y conferencias sobre El Otro
  • Viajes con Heródoto. Cuenta en paralelo sus viajes como corresponsal y los del griego hace 2.500 años.

Y finalmente, mi libro preferido: El Imperio. Dividido en tres partes,  tres épocas diferentes de la URSS donde se puede apreciar la ocupación, evolución y caída de los soviéticos.

En la primera cuenta sus primeros contactos con los rusos en 1939 cuando invadieron su ciudad natal. Su vida durante la ocupación soviética y sus primeros viajes a bordo del Transiberiano en los años 60 que le llevaron a recorrer las repúblicas de Georgia, Armenia, Azerbaiyán, Turkmenistán, Tayikistán, Kirguistán y Uzbekistán.

La segunda parte (la principal del libro) son sus viajes en solitario por el gran imperio soviético entre 1989 y 1991. Hizo, principalmente en avión, más de 60.000 kilómetros a lo largo de la Unión Soviética en el momento de su colapso.

La última parte es un intento de analizar los cambios en los países que formaron la Unión Soviética pero en como escribe el autor “No todo termina en una síntesis superior y final, sino que se desintegra y se despedaza, y es por eso, que durante la redacción del libro el sujeto y tema principal de estudio, la Unión Soviética, sucumbió a su desintegración.”

Espero haber despertado la curiosidad que te hará leer a este gran escritor. Cuando lo hayas leído o, si ya lo has hecho, ahora mismo escríbeme y cuéntame tus impresiones, recomiéndame a otros escritores, otros libros.

Hasta la siguiente entrega de esta nueva serie, espero que sigas ahí.

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Víctor

Atípico español, que no aguanta los toros, el fútbol, el flamenco y el calor. Le encanta el invierno y la cerveza fría. Profesor de español de vocación. Un cabezota que siempre tiene su opinión. Manitas comparable a MacGyver, con cinta, cuerda y un cuchillo arregla casi todo y con pegamento, todo. Cuando coge un libro, el mundo no existe. Bueno, lo mismo pasa si se pone a acariciar a perros y gatos. Se levanta y se despierta al mismo tiempo. Vamos, un tipo majo 😀

Esta entrada tiene un comentario

  1. Gracias por el post. Para mí Kapuscinski es uno de los mejor cronistas literarios que ha existido. Os recomiendo Orientalismo de Edward Said, muy útil para darnos cuenta de cómo miramos a oriente desde nuestro punto de vista occidental y los prejuicios que tenemos por ignorancia. Otro gran libro que recomiendo es Todo fluye de Vassili Grossman, mitad novela mitad crónica periodística, en el que hace un relato impresionante y muy doloroso de la hambruna en Ucrania, y dos retratos sorprendentes de Lenin y Stalin. Saludos

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